Breve historia

“Recuperar la capacidad de la gestión administrativa de las antiguas Cortes Catalanas”, con este objetivo el 6 de abril de 1914 se constituye la Mancomunitat de Catalunya. Empieza una nueva etapa política, con el presidente de la Diputación de Barcelona, Enric Prat de la Riba, al frente: un líder que sabe unir esfuerzos. La Mancomunitat de Catalunya es la federación voluntaria de las cuatro diputaciones de Cataluña, con el objetivo de recuperar la unidad rota por la división provincial de 1833. A pesar de que la Mancomunitat de Catalunya es un proyecto pensado desde 1908, la propuesta la Diputación de Barcelona a las otras tres para llevar a cabo la iniciativa llega en 1911, y el mes de septiembre de ese mismo año aceptan y aprueban las bases de su constitución. Solo una de las diputaciones (Girona) está gobernada por la Lliga Regionalista, el partido de Prat de la Riba. En Lleida domina el partido monárquico liberal español; en Tarragona, los republicanos autonomistas. En Madrid, las bases de la futura Mancomunitat de Catalunya son defendidas por Francesc Cambó. Desde las diputaciones catalanas se realiza una consulta en los ayuntamientos de Cataluña. De un total de 1.087, solo se abstienen 55 consistorios y dos votan en contra.El apoyo catalán hacia este nuevo ente supraprovincial se vuelve a manifestar el 24 de octubre de 1913 con una gran manifestación en el centro de Barcelona. Prácticamente dos meses después, el 18 de diciembre, un decreto del gobierno conservador de Eduardo Dato permite la constitución de la Mancomunitat.A pesar de que este decreto también abre la vía a la implantación de nuevas instituciones en otras provincias limítrofes, la Mancomunitat de Catalunya es la única que se implanta en todo el Estado, por lo que parece una entidad preautonómica.Su constitución tiene lugar el 6 de abril de 1914 en el Palau de la Generalitat. Cuatro meses después estalla la Primera Guerra Mundial. Entonces, mientras en Europa se destruyen vidas, pueblos y monumentos, en Cataluña la Mancomunitat empieza a construir una nación.La Diputación de Prat de la Riba es el principal motor de la Mancomunitat de Catalunya. Cuenta con el 57% de la población pero aporta el 80% de los recursos globales de la nueva institución.

Dos etapas

Prat de la Riba es elegido como primer presidente del nuevo ente el 6 de abril de 1914 con 80 votos a favor, 6 abstenciones y ningún voto en contra de los diputados de las cuatro diputaciones catalanas que forman la Asamblea de la Mancomunitat.

En su primer discurso como presidente, anuncia que el objetivo prioritario de la Mancomunitat es dotar a todos los municipios de su escuela, su biblioteca, su teléfono y su carretera. Y hay que tener en cuenta que en 1914 muchos pueblos de Cataluña no tienen ninguno de estos elementos.

Prat de la Riba muere el 1 de agosto de 1917 en Castellterçol, a la edad de 47 años. Ese mismo año, la Asamblea elige a Josep Puig i Cadafalch como su sucesor. Este prestigioso arquitecto, historiador del arte y miembro fundador del Instituto de Estudios Catalanes se impone al monárquico leridano Joan Rovira i Agelet por 48 a 39 votos.

A lo largo de su trayectoria política, Puig i Cadafalch es reelegido tres veces en los seis años posteriores, sin ningún rival. Bajo su presidencia, en 1920 las cuatro diputaciones traspasan a la Mancomunitat todos los servicios y recursos que todavía son de su titularidad. Esto contrasta con el hecho de que ningún gobierno español haya traspasado ninguna competencia ni ningún recurso fiscal al gobierno catalán.

Disolución

En 1924 Primo de Rivera pone a Alfons Sala al frente de esta institución catalana. Y el mismo Primo de Rivera, en 1925, disuelve definitivamente la Mancomunitat de Catalunya.

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Biblioteca de Pineda

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Instituto de orientación profesional. Laboratorio médico-antropométrico

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Escuela Superior de Bellos Oficios. Aula de tapicería

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Puente de los Bruchs