Doctor en Derecho y en Filosofía y Letras. Colabora en La Renaixença, El Poble Català y otras publicaciones. Es nombrado director de Instrucción Pública (1917), pero es destituido tres años después por discrepancias con Puig i Cadafalch, presidente de la Mancomunitat de Catalunya.
Con el seudónimo de Xènius firma glosas, con un estilo irónico, intelectual y conciso. Son una crítica en una Cataluña modernista poco ambiciosa y con un aire pesimista, pero a la vez son una exaltación de una nueva Cataluña novecentista emergente, con una visión europea.
Después de ser apartado de la vida política catalana, empieza a escribir en castellano y, en 1923, se traslada a Madrid. Durante la Guerra Civil ingresa en la Falange Española y es nombrado dirigente de la Jefatura Nacional de Bellas Artes, hecho por el que en Cataluña es tratado como traidor a la lengua y franquista.